En las últimas semanas, he tenido el placer de pasar más
tiempo en la naturaleza. Lo que antes no veía en la naturaleza lo veo ahora. Veo
belleza. Veo pureza. Veo lo real. Veo perfección. Veo paz. La naturaleza tiene
la capacidad de hacerme sentir libre, de des-estrazarme y de darme balance. Me
siento alineada con la creación cuando estoy en la naturaleza.
Quien nos creo? Las respuestas pueden ser muchas o
solo una. Pero cual sea la respuesta, debe ser lo mismo que creo a los humanos.
Mientras estaba paseando y caminando entre los árboles, flores y madera, me di
cuenta que la naturaleza es perfecta en su imperfección. Pónganse a pensar cómo
los árboles no son simétricos. Las hojas no tienen el mismo color. El tronco es
rasposo. El pasto es verde y seco. Pero todas esas características juntas es lo
que crean esa belleza.
Y me dije a mi misma, “Que creación tan hermosa!” Por
qué no vernos a nosotros mismos así? Nuestras arrugas, nuestras formas,
nuestros colores, nuestra belleza asimétrica. Quien decidió hacernos sentir
imperfectos? Si admiramos tanto la imperfección de la naturaleza, por qué es
que no podemos hacer lo mismo con nosotros mismos?
No trato de arreglar nada cuando la naturaleza no hace
juego. Pero cuando yo no hago juego trato de arreglarlo. Que pasaría si viéramos
a los humanos exactamente como vemos a la naturaleza? Cuando me pregunté eso,
se me vino a la mente, que no juzgo a la naturaleza. Que belleza poder ver solo
amor, solo belleza sin la perfección que fuimos entrenados para ver.
La naturaleza no sabe cuándo termina ni cuándo
empieza. Tenemos árboles viejos que están aquí por años y otros no. La
naturaleza vive en el presente. La naturaleza es tal cual, nada más ni menos.
La naturaleza es tan grande o chiquita como tú la quieras ver. La naturaleza
deja ir. La naturaleza da y recibe.
La naturaleza no deja de sorprenderme. En las últimas
semanas, sigo sorprendiéndome con ella. La naturaleza me habla cuando me siento
bajetona o cuando estoy arriba. La naturaleza entiende mis miedos y no me
juzga. La naturaleza es joven y vieja al mismo tiempo. Me siento amada
incondicionalmente por ella.
Si pudiésemos ver a nuestros amigos, familia y al
resto del mundo como vemos a la naturaleza, tendríamos un concepto muy
diferente de lo que es la belleza en los humanos. Imagínense admirando las
arrugas de una mujer mayor. Imagínense admirando los huesos torcidos asi como
admiramos los diferentes troncos de un árbol.
No estoy hablando aquí de nuestro jardín, pero me
refiero a solo estar en la naturaleza tal cual. Aquí en Colorado, no me tengo
que ir muy lejos para encontrarme con la naturaleza. Y estoy muy agradecida por
eso.
La naturaleza me hace ir más lento. La naturaleza a
veces es mi templo. Como es que recién vine a encontrarme con este sentimiento
en mis treinta? La verdad no lo sé. Me imagino que estaba distraída con la vida
regular. Mi vida regular era la carrera, mi conocimiento, mi cuenta bancaria,
mi retiro, mis amigos, mi carro, etc.
Lo poco que sabía es que ninguna de esas cosas me haría
sentir segura, en paz y feliz, asi como mi nueva amiga la naturaleza me hace
sentir,
Me gustaría a veces estar más cómoda con la naturaleza.
Encuentro en la naturaleza más de lo que me gustaría, como por ejemplo
insectos y arañas, a los cuales odio.
Pero también encuentro conejos y venados a los cuales amo. La naturaleza me
puede hacer sentir poderosa y sin poder al mismo tiempo.
Hace dos semanas pase tiempo en las montañas. Hace una
semana caminé por muchas millas. Esta semana que viene nos vamos de campamento
al Parque Nacional de Dinosaurios. La verdad no se qué esperar. Podría ser que
regrese y diga que odio la naturaleza, pero lo dudo. Quiero sorprenderme.
Quiero admirar esas perfectas imperfecciones y aprender a admirarme a mi misma
y a otros de la misma manera.
Te reto a salir a la naturaleza si puedes. Solo siéntate
y mira alrededor de ti. Deja que la naturaleza te guie con su belleza a ese
lugar de amor, tu corazón. Respira y deja ir lo que está en tu mente que te
preocupa.
A veces me siento como la naturaleza. Estando por
todos lados, con mi vieja careta y sin saber que viene. Sintiéndome sola y la
vez rodeada de mucho. Imperfección en la perfección.
Espero sentirme igual en los años que vienen. Espero
poderle mostrar a mi hijo lo que veo en la naturaleza y con suerte él puede ser
libre con sus perfectas imperfecciones.
Inhala y exhala, la naturaleza es tuya
Yo
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