02/21/2017
He estado viviendo
fuera de casa aproximadamente 16 años. Escribí en mi blog de “En El Medio de los
Americanos” que tan duro se me hizo acostumbrarme a mi nuevo hogar, pero después
de algunos años me acostumbré a la nueva cultura. Donde estaba mi hogar de
antes? Perú. Acostumbrarme no significa que estoy de acuerdo en cómo mi estilo
de vida se lleva a cabo aquí, pero para sobrevivir y parar de ser la víctima, me
tuve que acostumbrar. No podía cambiar toda una cultura, asi que yo cambié.
Cambié bastante y todavía
peleo por algunas costumbres. Cuando viajo de vuelta a casa, en realidad no sé
como sentirme. Me pongo súper feliz sólo por el hecho de regresar y ver a mi
familia y amigos, pero acaso quiero lidiar con lo que llamo una ciudad caótica?
Me siento culpable a veces que en cuanto llego me quejo y me digo a mi misma, “Felizmente
ya no vivo acá”. Imagínense eso, amo a mi país
debido a que la gente a la que quiero todavía vive allá y tener esos
sentimientos me rompe el corazón.
La última vez que
estuve allá, fue con mi hijo en 2012. Fuimos para allá porque mi abuelita murió
y yo quería estar allá con toda la familia para celebrar la vida de ella el día
que hubiese sido su cumpleaños. Pensé que sería una muy buena idea viajar con
mi hijo y mostrarle donde crecí, exponerlo a otra cultura y lenguaje. Ese viaje
fue increíble. No sólo expuse a mi hijo a algo totalmente diferente, pero lo
expuse al amor de una familia maravillosa. Para mi ver a mi hijo interactuar
con mis tías, tíos y primos no tuvo precio. No había lugar como mi casa. Que
sentimientos tan encontrados para mí. Entonces dónde está mi hogar?
En cuanto llegué a Perú
con mi hijo que en ese entonces tenía 4 años, él noto las diferencias entre
Colorado y Lima. Nosotros tomamos un taxi para llegar a la casa y mi hijo insistía
preguntándome si estábamos yendo por el
camino equivocado? Y yo le pregunté pero por qué hijito? Y él dice: “Mami acaso
no escuchas todas las bocinas de los carros?” Muy buen punto! Porque yo he
vivido ahí antes, no me había dado cuenta de la cantidad de ruido que hacen las
bocinas en Lima. Otra pregunta fue: “Mami hay algo malo con el carro?” con esa
pregunta me reí mucho pues él estaba preocupado porque el auto se movía mucho y
saltaba, ja ja ja y era por los huecos en la pista. Después de unos días en
Lima, mi hijo me confesó que extrañaba el sol, y yo recién me vengo a dar
cuenta que el sol brillante de Colorado no era tan fuerte como el de allá. Y lo
más difícil tal vez para él fue que extrañaba hablar inglés y a su papá. Asi
que me pregunté a mi misma, “Me quiero ir a casa?”
Ya que amo analizar
la vida y a veces trato de buscar respuestas, empecé a pensar en lo interesante
que era ver estas dos culturas. De cierta manera las dos son iguales y de otra
manera muy diferente. Difícil de explicar. Pero después me doy cuenta lo
tranquilo que es Colorado, tan pero tan tranquilo que se me hacía deprimente a
veces. Hasta llegué a pensar, que como todo era tan organizado y rutinario, Colorado
podría convertirse hasta en aburrido. Y como seres humanos necesitamos algo de
adrenalina y caos en nuestras vidas. Por qué es que veo más gente en Colorado
menos feliz si tienen tantos lugares tan lindos y organizados para vivir? Y por
qué es cuando voy a Perú veo gente más feliz en un lugar medio caótico?
Con esas ideas en
mente, empecé a prestar más atención a mi vida, y a la vida de mis clientes de
life coach. Qué está pasando en nuestras mentes que donde no hay caos tenemos
la tendencia a crearlo? Asi que me inventé mi propia filosofía, tal vez para
hacerme sentir mejor. Me dije a mi misma, que los seres humanos necesitamos
caos para sentirnos vivos, ellos necesitan a veces el ruido, el miedo y el
estar alertas. Asi que de ahí empecé a recordar mi vida en Perú. Cuando tenía
que caminar a sacar mi auto del garaje que rentábamos, sólo al caminar allá tenía
que estar alerta de mis alrededores. Y si decidía manejar, tenía que lidiar con
el tráfico, las constantes paradas asi la luz estuviese verde y si la luz
estaba roja tenía que estar alerta de los alrededores de nuevo porque alguien podría
romperme la ventana para robar algo. Manejar allá era como una competencia, y
si alguien se me metía, bajaba la ventana y los gritaba y gritaba a la gente
que cruzaba la calle mientras yo estaba manejando. O el otro escenario era que
si viajaba en ómnibus, también tenía que estar alerta en caso me quisieran robar.
A veces tanto me demoraba por el trafico en el ómnibus que terminaba hablando
con quien sea que estaba sentado al lado mío. Y en el camino veía niños en las
calles trabajando y gente sin casa molestando, pidiendo dinero. Tenía que estar
al tanto de todo, mi cerebro estaba siempre trabajando a toda velocidad.
Cuando pienso acerca de Colorado, veo algo muy
diferente. Mi carro está al frente de mi casa, asi que sólo me meto y manejo. Denver
es tan organizado para mí, que de hecho memoricé cuando el semáforo cambia y
que en realidad no necesito estar alerta. Ahí me quedo solo mirando a la luz y
en cuanto cambia sigo. Y si por casualidad hay tráfico (lo que los Americanos
llaman tráfico), yo le llamo tráfico organizado. La mayoría de la gente se
queda en sus propios carriles, y si tienes suerte y alguien te deja pasar en
frente de ellos, tú sólo les mueves la mano para decir gracias y todo está
bien. Si ves a una persona sin casa pidiendo limosna, lees su cartel y decides
si quieres ayudar o no, nadie te insiste. O puedo tomar el ómnibus y oh
sorpresa, normalmente son puntuales, eso es muy nuevo para mí. Sólo te tienes
que asegurar de estar a tiempo en tu paradero. Mi cerebro no trabaja a toda
velocidad como en Lima.
Asi que viendo
estos estilos diferentes de vida, cuál me gusta? Muy buena pregunta. Mientras que
disfruto mucho la manera de manejar tan organizada aquí, sin ver vagabundos y
no tener que lidiar con los robos aquí, de cierta manera siento que mi cerebro
necesita esa actividad caótica para sentirse vivo.
Como tengo mi obsesión
con el gozo y la felicidad, empiezo a investigar más y más. Qué es lo que
estamos buscando? He visto gente que se sale de su país porque su vida no era
de lo mejor allá. Cuando digo que no era de lo mejor me refiero a que no hacían suficiente dinero, o había un
peligro real, o era muy caótico o los niños no tenían futuro. Después ellos
vienen para acá y obtienen buenos trabajos y les pagan bien, ya no es
peligroso, hay mucha paz y los niños tienen educación gratis y una oportunidad
de ir a la universidad. Y después, a veces sus vidas se ven más miserables
comparadas con antes porque no son felices con todo lo que han alcanzado. Y me
pregunto a mí misma, Por qué? Por qué? Por qué? En que está mal la humanidad?
No estoy criticando mi país ni a este tampoco. Es sólo que estoy sorprendida en
ver como los habitantes de cada país reaccionan muy diferente a lo que yo
esperaba. Yo asumí que al no tener mucho, la gente estaría triste y que teniendo
todo la gente estaría más feliz; y me encuentro con que es casi lo opuesto.
Al ver esta ambigüedad,
decido vivir las 2 culturas, hacer que mi cerebro este más despierto sin el
caos. Asi que empecé a hacer ejercicios, a parar con más gente, y avanzar más
en mi conocimiento del gozo, empecé a ir a talleres, a observar y aprender. También
a disfrutar de la tranquilidad, la seguridad y de la vida organizada que vivo aquí.
Y lo más importante, a no juzgar.
Después de años de
tratar de encontrar mi verdadero yo y balancearlo, me di cuenta que el ser agradecido
es una parte muy importante de cómo la gente se siente, incluida yo también, Aquí
en Estados Unidos damos las cosas por hecho, una vida de gratificación instantánea.
Lo quiero, lo agarro. No me gusta, lo boto. Odio mi trabajo, renuncio. Este
concepto es muy interesante para mi. Recuerdo una vez estar súper molesta con
mi profesor de inglés aquí en Denver, cuando él hizo un comentario sobre Latinoamérica,
que nuestros comerciales era muy sensuales y como la vida allá era
desorganizada y no segura. Por supuesto no me podía quedar callada. Tenía que decir
algo. Asi que me paré y le dije al profesor en frente de todos que más patético
era tener comerciales muy bien controlados, y una vida muy organizada y segura
y que todavía necesitaban antidepresivos porque no sabían que hacer con sus
vidas. Uy! En ese entonces, en el 2001 yo no era muy espiritual que digamos,
asi que reaccionaba muy rápidamente cuando me tomaba las cosas personales.
Qué cosa es
diferente ahora? Mi perspectiva de la vida aquí y allá. Descubrí mi tratamiento
después de tanto aprender. Mi felicidad estaba ya dentro de mí. Entonces, dónde
está mi hogar? Mi hogar esta en todos lados donde yo este. Ahora ya no importa
donde me pongas porque sé quién soy. Prosperaré donde esté o en cualquier situación
que me pongan. No necesito alcanzar o comprar nada para sentirme de cierta
manera, sólo necesito mirarme más cerca a mí misma.
Yay!!! Encontré la solución.
Pero también me di cuenta que no era tan fácil como lo pensé. Sólo tengo que
estar alerta porque hay miles de distracciones alrededor de nosotros diciéndonos
qué necesitamos para sentirnos de alguna manera u otra. Asi que lo que hago es
tomar ventaja de todo lo que la sociedad me ofrece, pero sabiendo que no por
eso soy alguien o tengo que sentirme de alguna forma. Sólo necesito estar
agradecida, atenta y permanecer balanceada con mi verdadero yo. Si conoces a
alguien que pueda necesitar de mi ayuda con estas cosas, saben ustedes donde
encontrarme! Por eso es que disfruto mucho de este trabajo de life coaching.
Todos estamos en esta misma vida lidiando con esto.
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