Bueno en realidad,
estos no son mis cuatro acuerdos; son los acuerdos del libro Los Cuatro
Acuerdos de Don Miguel Ruiz. Por qué los llamo míos? Porque son increíbles! Son
un salvador de vidas y tenía que apropiármelos para vivirlos. Aquí les cuento
cómo es que los conocí.
Durante mis 8 años
de trabajar como consultora de pérdida de peso, viendo muchos clientes y ayudándolos
con sus problemas de vida, un poco que yo tenía mi manera de hacer las cosas en
este trabajo. Para serles honesta, no me enfoque mucho en dieta y ejercicio
sino en cómo tener una vida más de gozo con significado y amor por ti mismo.
Asumo que tenía esa clase de perspectiva sólo porque tuve terapias desde una temprana
edad y tuve una mamá increíble que creía en afirmaciones y pensamientos
positivos. Para mi sorpresa, me volví muy ocupada como consultora por como compartía
mi manera de ver la vida. Lo único que hice fue guiar a mis clientes a esa
manera de pensamiento.
Un día uno de mis
clientes me dio un libro, ella me dijo, “Mary, este libro es tú. Todo lo que me
has enseñado esta allí. Deberías leerlo.” Adivinen, no me gusta leer y ni
siquiera vi el titulo. Sólo dije gracias y lo puse en mi cajón. Ya saben de ese
cajón no? Ese donde uno pone todo y no tiene idea de lo que hay ahí? Jajaja!
Los años pasaron y
era tiempo para mí de dedicarme a mi familia por completo, así que renuncie a
mi trabajo. Recuerdo que durante esos 8 años que trabajé como consultora de pérdida
de peso algunos de mis clientes y compañeros de trabajo llegaron a ver un
poquito de cómo yo reaccionaba a ciertas cosas. La mayoría de veces reaccionaba
de una manera saludable y algunos se preguntaban cómo era que lo hacía. Para
darles un ejemplo, recuerdo un día estar parada en la recepción y mientras me despedía
de uno de mis clientes, de repente una camioneta Toyota Tacoma a toda velocidad
choca con 3 carros en el estacionamiento. Por supuesto uno de esos autos era el
mío. Fue doloroso ver a mi pequeña camioneta que se movía de un lado a otro.
Deje todo lo que estaba haciendo y corrí hacia el estacionamiento.
“Estás bien?” fue
lo primero que le pregunté a esta persona.
“Dios mío,” dijo
él, “quién es el dueño de esta camioneta?”
“Yo.”
El entro a mi
oficina y llamamos a la compañía de seguro e hicimos todo lo que teníamos
supuestamente que hacer en estos casos. Muchos de los clientes me dijeron: “Mary,
por qué eres tan amable? Deberías estar súper molesta con él. Por qué no estás
molesta?”
Mi respuesta fue: “El
estar molesta arreglaría mi carro?”
Esa clase de
respuesta fue un momento inspirador para mí. En ese entonces no estaba
consciente de muchas cosas. Sólo era yo, la chica de buen humor que siempre
tenía buena suerte, que no se molestaba fácilmente. Estaba orgullosa de ser
quien era yo, pero muy en el fondo me sentía muy diferente y no conocía a mucha
gente como yo. La mayoría de la gente alrededor mío siempre se quejaban de
algo, se defendían ellos mismos de cualquier injusticia que pasaba y se
aseguraban de siempre estar en todas. Digamos que muy a menudo yo le decía a la
vida “No me importa.”
Sí, algunas veces
yo me sentía un poco sola ya que no conocía mucha gente que se enfocara
bastante en pensar en lo positivo. No estoy diciendo que todos eran negativos,
pero estaba buscando por gente que de verdad viviera una vida la cual yo admire
y quiera aprender. Bueno, la vida usualmente te da lo que pides, así que me
hice mas amiga de una amiga que le encantaba leer toda esa clase de libros de
mejoramiento personal. Así que el día que yo estaba recogiendo mis cosas del
trabajo porque había renunciado, ella me ayudó. El cajón “mágico” estaba allí y
el libro que me dieron hacía años también estaba allí. Mientras mi amiga me
ayudaba me dice: “Ese es el libro que supuestamente tengo que comprar para mi
clase de mi iglesia. Me lo prestas?” Por supuesto le dije, mientras le contaba
que nunca lo había leído.
Después de dos días
mi amiga me llama y me dice: “Yo sé que no te gusta leer, pero tienes que leer
este libro. Este libro eres tu Mary. Has estado hablando acerca de que no
conoces mucha gente que piense como tú. Mi iglesia está llena de esa gente. Deberías
venir y verla y leer el libro!” Lo que me dijo ella me hizo pensar, y yo no
estaba muy convencida de empezar a leer, pero lo hice. Empecé a leer Los Cuatro
Acuerdos. No lo podía creer que había tenido ese libro por años en mi cajón mágico
y nunca me animé a darle una mirada. No podía parar de leer el libro.
Los Cuatro Acuerdos
es una guía práctica hacia la libertad personal. Así es como Don Miguel Ruiz lo
describe. Yo lo describo así: es una guía simple para tener una vida enfocada
en amor y gozo. Es una manera de vivir. Es una manera de despertar a una nueva
realidad que tú puedes crear cada vez que decides seguir estos acuerdos. Estoy
seguro que todo el que usa estos acuerdos los usan en diferentes proporciones,
Mientras que lo estés intentando, pienso que eso es lo importante. Yo empecé a enseñárselos
a mi hijo hace unos años.
Cuáles son los
cuatro acuerdos? Empecemos con el número uno: “Sé impecable con tu palabra.” Muy
simple no? Ser amable en la manera en la que hablas o respondes a alguien. Fácil?
Muy fácil cuando la otra persona con la que hablas también es amable, pero que
pasa cuando ese no es el caso? Pero funciona y es increíble. “No tomes nada
personal” es el segundo. Hum... este puede ser difícil, especialmente cuando
alguien te está haciendo algo directamente a ti. Cómo demonios no quieren que
me lo tome personal!!! Cierto? Bueno, se puede hacer. Y cuando lo dominas, eres
libre. El tercero, “No asumas.” Ayayay!! Que no asuma? Por qué no? Ja ja ja.
Pero es verdad. Practicar este acuerdo ha sido difícil. Pero lo practico todos
los días. Y el ultimo pero no por eso menos importante, “Siempre haz lo mejor
que puedas.” Sí, siempre, cualquiera que sea tu mejor. No dice ser perfecto,
solo trata lo mejor que tú puedas. Lo mejor de mí a veces es buenísimo y otras
veces no, pero es lo mejor de mí.
Seguro piensas, “Oh
por favor, el seguir sólo estos consejos van a hacer mi vida mejor?” Sí!! Será
fácil? No. Pero haz lo mejor que puedas en seguir esta simple guía. Esto me
puso en el camino correcto de amor, ayudar y convertirme en life coach. Y hay muchos
otros libros que les estaré compartiendo aquí en mi blog, y así sabrán como
llegué a ser mi verdadero yo. Pero yo empecé con este, Los Cuatro Acuerdos de
Don Miguel Ruiz.
Si quieres aprender
más de él y estas por Denver, estoy súper emocionada que él estará aquí el 18
de Marzo en Mile Hi Church. Si te interesa anda a www.milehichurch.org por información y
entradas. Estaré haciendo un blog acerca de la clase. Y con eso los dejo. No se
olviden de este simple paso: Traten de aplicar estos acuerdos y déjenme saber cómo
les va. Ya saben dónde encontrarme: balancemytrueself@gmail.com;
Facebook page: Balance My TrueSelf
Haz lo mejor que
puedas
Yo