Hace unos días, un
nuevo bebe nació en la familia! Todos ustedes saben, que todos nos emocionamos
con eso. Soy Tía!! No la veremos pronto porque ella no vive en Colorado, pero
diariamente pensamos en ella. Así que esto me inspiró para escribir acerca de
la maternidad. Semanas atrás yo hice un blog de cuando me dijeron que mi bebe
estaba muerto. Búsquenlo y léanlo, así tienen idea de lo que dije en ese
entonces. Y de nuevo, lo que sea que yo diga aquí, es solo mi experiencia. Sé
que no todos somos iguales, y todas hemos experimentado la maternidad de muchas
diferentes maneras.
Escogí tener una cesárea,
esto fue el 25 de Abril del 2008. Recuerdo la noche anterior, mi esposo, mi
mama y yo salimos a comer, sabiendo que nuestras vidas cambiarían al día
siguiente para siempre. La mañana siguiente empaqué y mi esposo y yo fuimos al
hospital. Tener la epidural no fue tan difícil como pensé y ya estaba lista
para terminar con estos 9 meses de embarazo. Mi excelente doctora estaba allí y
yo estaba sorprendida que para ellos, los doctores, lo que estaban haciendo era
totalmente normal. Recuerdo que ellos empezaron a hablar sobre los mejores
restaurants para tomar desayuno en Denver, y yo me uní a la conversación
sabiendo que en unos minutos sería una mamá. De repente ellos dicen, “Ahí viene!” yo no tenía idea que esto
iba a ser tan rápido.
Y sí, ahí estaba él!
El empezó a llorar, y yo pensé, “Ay Dios mío! Esto es real!” Lo pusieron en
oxigeno y lo trajeron hacia mí. No lloré, yo estaba procesando todo. Yo escogí
no dar pecho, así que les dije que estaba bien que lo alimenten mientras yo
esperaba que el movimiento retorne a mi cuerpo. Recuerdo una enfermera quería
que yo amamantara al bebe y me lo trajo. Yo no estaba motivada, y no quería
hacerlo. Me molesto de que no respetaran lo que había decidido. Mi bebe no
estaba agarrándose al seno así que la enfermera se lo llevó.
La primera noche
fue graciosa. Recuerdo que la gente nos decía que las enfermeras podían
llevarse al bebe toda la noche así nosotros podríamos descansar. Nosotros
respondimos, “Ni hablar! Nosotros queremos estar con nuestro bebe toda la
noche.” Si seguro. En cuanto el bebe empezó a llorar, ay Dios! Y cuando no
lloraba, eran las enfermeras entrando al cuarto a revisarme o algo más. No
dormimos nada!!!! Aprendimos nuestra lección. Estábamos tratando de ser los
padres perfectos, ja ja ja. Decidimos tomar ventaja de que estábamos en el
hospital y los dejamos que se llevaran al bebe. La segunda noche fue mucho
mejor!! Dormimos más.
Mucha gente nos
visitó, y me engrieron. Ir al baño no fue para nada divertido, y me hubiese
gustado que alguien me dijera que mi periodo iba a venir inmediatamente, ja ja
ja. Mi mamá me hacía reír tanto que el dolor era horrible. Así que tenía que
asegurarme de tomar mis pastillas a tiempo. No se sentía real ser mamá, estaba
preocupada por lo que se venía, cuando la vida real llegue, cuando los
visitantes ya no llegaran y cuando mi mamá ya se tenga que regresar y tuviese
que hacer yo todo sola.
Convertirme en mamá
fue interesante. Puse una rutina porque así me gusta. Así que alimentaba a mi
bebe cada 3 horas, y él estaba en formula, así que quien sea que estuviese de
visita podía alimentarlo. Yo estaba contenta con eso, pero todo el mundo me seguía
preguntando porque no amamantaba al bebe. Así que empecé a sacarme leche, con eso
no me fue muy bien. Tenía que sacar leche de cada seno como por 20 minutos, y
ya cuando ya estaba lista para dormir, mi alarma sonaba porque era hora de
alimentar al bebe, así que después de 3 días me di cuenta que no pude dormir
nada. Tomé la decisión de ponerme a mi primero porque sabía que una mamá feliz
era lo mejor. Felizmente tenía a mi mamá conmigo quien me apoyó en cada momento
de esta aventura de teta, ja ja ja!!!
Hablé con la
pediatra, quien me apoyó en cortar la leche materna, así que después de eso me sentí
libre. Amamantar no era para mí, pero es para muchas mamás. Traté de no
sentirme culpable y seguí adelante. Recuerdo cuando mi esposo tuvo que regresar
a trabajar fue difícil, porque él era la mamá perfecta. No, de verdad!! A él le
encantaba estar con el bebe, él era el experto en darle el baño mientras yo
estaba asustada de pensar que el agua estaba muy caliente o muy fría. Un día
cuando el regresó del trabajo, abrió la puerta y sin ni siquiera mirarme o
saludarme se fue directamente arriba a ver al bebe. Me sentí tan triste,
recuerdo ese sentimiento de soledad e inseguridad de no saber qué estaba
haciendo.
Me doy cuenta que
todos los embarazos y experiencias son diferentes. Mi bebe peso 8 libras (3.7
kg), entonces porque es qué estaba en el mismo peso después que di a luz? Ni
idea, ja ja ja! Personalmente, mi conexión con mi bebe no estaba sucediendo, y
eso me preocupaba. Mientras fui a terapia por un momento, tuve que parar porque
mi mamá regresaba a Perú y yo tenía que quedarme con el bebe. Mi esposo
disfrutaba cantarle, leerle y solo mirar al bebe. Esas canciones de bebe
sonaban tan triste para mí y mi esposo se convirtió en el proveedor de amor
primario a mi bebe. Yo solo disfrutaba el cuidarlo y asegurarme que todas sus necesidades
básicas estuviesen cubiertas.
Recuerdo que mi
esposo quería estar bien involucrado, así que específicamente él pidió que lo
despertara en la noche. Bueno, eso no fue como lo esperábamos. No tengo idea
porque él no podía escuchar el llanto en medio de la noche. Así que yo agarraba
al bebe y empezaba a gritarle a mi esposo por ayuda. El no respondía hasta que finalmente
lo veo parado en la puerta del cuarto del bebe.
“Cómo te puedo
ayudar?” dijo él muy cansado.
“Por favor anda
abajo y tráeme la fórmula.”
Por Dios, le tomó
para siempre venir. Yo no entendía porque era tan difícil solo ir y traer la
formula. Después de unos minutos regresó mi esposo con una toalla. Qué cosa?!!
Una toalla!!? Quién sabe, él estaba todavía dormido. Así que las reglas
cambiaron en esta casa: No me ayudes en las noches!!!
Para serles
honesta, nunca sentí ese acercamiento con mi bebe como lo veía que mis amigas
lo tenían o que mi esposo tenía, y cada libro y show de TV que hablan de eso. Pensé,
“Que está mal conmigo?” También sabía que tenía que ser mi verdadero yo porque
si pretendía, podía ser hasta peor. Sabía que todo estaría bien y que mi bebe
por algo me escogió como su mamá. No fui la mamá que estuvo en la casa solo con
ojos para su bebe, quería ser yo. Así que busqué ayuda de amistades y de ahí
todo mejoró.
Así como mi experiencia
de acercamiento nunca llegó en los primeros años, me hubiese gustado que
alguien me dijera que todo estaba bien. Compartí mi historia con algunas mamás
y para mi sorpresa yo no estaba sola. Pero la gente no se sentía segura de
compartir como se sentían en realidad. Si tú eres una nueva mamá, tal vez
sientas exactamente lo que los libros, las películas y todos te dicen de cómo
te debes sentir. O tal vez seas como yo. Recuerda ser tu verdadero yo. No
temas, pregunta por ayuda, mucha gente la ofrecerá así que toma ventaja.
Necesitas tiempo para ti misma y no te olvides que fuiste esposa primero.
Fue atemorizante no
ser la típica mamá? Sí un poco. Me arrepiento? Para nada. Dejé que el destino
trabaje en nosotros y para serles honesta no lo querría diferente. La conexión
que tengo ahora con mi hijo es infinita, sagrada y estoy segura que es porque
nos tomamos nuestro tiempo conociéndonos el uno al otro. Creamos fundaciones,
no nos forzamos y fuimos respetuosos y compasivos. Los dos fuimos nuestros
verdaderos yo.
Disfruta este paseo
de la maternidad
Yo
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