Hace unos días, estaba muy ocupada con mi día,
tratando de ver cómo ayudar a mi hijo a recolectar dinero para su carrera en la
escuela, cuando empezar a vender el popcorn de los Boy Scouts y ver si podíamos
llegar a una nueva meta, ocupada con el día diario en la casa. Y de repente,
eso estaba aquí de nuevo. Me llegaron las noticias que 3 suicidios sucedieron
en nuestra comunidad en el lapso de 3 días, y uno en particular muy cercano a
nosotros.
Esperanzada de que las noticias estuvieran
equivocadas, empecé a investigar para ver si era verdad o no. Ese mismo día me
enteré que era verdad y todo se paralizó. El coleccionar dinero para la carrera
o la venta de popcorn se convirtió en lo menos preocupante, y el miedo y el
dolor vinieron hacia mí. Tratar de entender lo imposible era casi algo loco de
hacer.
Hace un par de semanas, publiqué mi blog “Sin Garantías”.
Ahí hablaba específicamente acerca de que era horrible que no podamos asegurarnos
de que todo siempre va a estar bien. Al final de ese blog, mi pensamiento fue
de enfocarse y escoger el ahora. Al día siguiente me entero de estas noticias trágicas,
y se me hizo casi imposible enfocarme en el ahora. El ahora era oscuro, el
ahora era doloroso. Era aterrador y lleno de preocupación.
Cuando yo era más joven, no escuchaba mucho de
suicidios. Una parte de mi pensaba que eso solo le pasaba a la gente deprimida.
Hasta llegué a pensar que le pasaba al débil y al egoísta. En los últimos 4
años he conocido demasiada gente que se suicidó o familias que han sufrido por
eso. Lo primero que se me pasó por la mente fue cómo poder prevenirlo. Cómo me
puedo asegurar que mi hijo nunca tratará de hacer esto? Así que escogí no ponérselo
en su vocabulario. Al final el solo tiene 9 años, el no necesita saber de esto,
no?
Los eventos que sucedieron los últimos días en nuestra
comunidad me asustaron a muerte. Los chicos que tomaron la decisión de terminar
sus vidas no necesariamente habían sido víctimas, no se les veía tristes, o con
depresión o que sus familias tuvieran problemas. Entonces como diablos voy a
prevenir esto? No había forma de evitar hablar de este tema taboo para mi, ya
que la escuela ya le había dado las trágicas noticias a los niños. Me pregunté
a mi misma: “Por qué es que sí puedo hablar de drogas y sexo a mi hijo de 9, y
me molesta tanto hablarle sobre el suicidio? Acaso de verdad pienso que si
hablo de esto le voy a meter ideas en su cabeza?”
Yo sé muy bien cuando debo buscar ayuda y consejo y así
lo hice. Y estoy contenta que lo hice. El mensaje que recibí fue de hablar
acerca del tema para que asi nuestros hijos sepan que hay otras opciones. Y me
pegó: Sí, es verdad, sí hay otras opciones hasta cuando pensamos que no las
hay. Así que me puse mis pantalones de adulta y le hablé a mi hijo de suicidio.
Y no solo hablamos de él matarse asi mismo, pero acerca de sus amigos y de la
comunidad en general. Hablamos también de ser amable y tener compasión, acerca
de los círculos de confianza, acerca de emociones, acerca de la muerte y que sería
lo peor que le podría pasar a él y que haría el al respecto.
Después de esa conversación pensé que debería sentirme
mejor y segura, pero no fue así. Empecé a cuestionarme, a mi familia, a mi
comunidad, a todos. Muchos de ustedes saben lo mucho que adoro a mi familia y cuanto
trato de vivir una vida positiva, pero me dio mucha pena ver que cada vez que
una tragedia sucede nos hace recordar cuanto hay que amar a nuestros hijos. Vi
en social media recordatorios de que abracemos a nuestros hijos, los números de
teléfono para la gente que quiere matarse, etc y me dije a mi misma: “Necesitamos
acaso que estas cosas pasen para enfocarnos más en la familia?”
En los últimos años, cada vez que había un suicidio la
comunidad se acercaba pero al mismo tiempo también vi juzgamiento:
“Oh sí, ya se veía que esto iba a pasar.”
“Bueno es que la familia siempre estaba tan ocupada.
Ellos no tenían tiempo para el hijo.”
“Esos chicos jugaban video juegos todo el día. Fue por
eso.”
“Ellos tenían problemas familiares”.
Algunos piensan que son mejores padres que otros. Ahí
estaba el ojo de “Eso jamás le pasara a mi familia”. Bueno adivinen que: He
visto que esto le ha pasado a toda clase de familias.
Soy culpable de escoger no jugar con mi hijo porque
quiero ver mi programa de televisión. He sido culpable de asegurarme que mi
casa este súper limpia en lugar de pasar más tiempo con mi familia. Los últimos
días he hablado con mi familia acerca de lo triste que me sentía por no
intentar lo mejor que puedo, sabiendo que la vida es tan frágil todavía no
trataba lo mejor de mí. A eso mi hijo respondió: “Mama no manifiestes eso. Enfócate
en lo positivo.”
De nuevo un recordatorio del ahora, un recordatorio de
que no hay garantías, un recordatorio de que hay otras opciones, un
recordatorio de expresarse uno mismo, un recordatorio que aunque tratemos lo
mejor que podamos cosas todavía pueden suceder.
Porque soy apasionada acerca de la vida y ayudo a
otros a ser su Verdadero Yo, me he obsesionado con esto del suicidio. Como lo
podemos prevenir? Pero de nuevo encontré obstáculos ya que el suicidio es un
taboo. Ha sido una vergüenza, algo privado, un tema de juzgamiento, y no hablamos
al respecto. Solo escuchamos de suicidio cuando ya alguien se mató. Adivinen qué?!
Sabían que muchos han tratado de quitarse las vida y no lo sabíamos? Y entiendo
porque esos padres no quieren compartirlo con la comunidad, pues al final: serán
juzgados, así que no los culpo. Pero me encantaría cambiar esa idea. Cuando nos
convertimos en una cultura de hipócritas? Podemos estar al lado para cada uno?
El suicidio no solo le sucede al pobre, a la persona
con una enfermedad mental, al niño que su padre estaba muy ocupado, al nerd, al
víctima. Suicidio le sucede al que tiene dinero, al chico sociable, a la
persona que sonríe todo el tiempo, a la mamá que tiene la perfecta familia.
Entonces en qué estamos fallando?
El fin de semana fui a uno de los funerales. Les pedí perdón
a los padres por solo convertirnos en comunidad cuando estas tragedias suceden.
Les pedí perdón porque la vida usó a su hijo para mandarnos un mensaje para
prestar atención. Es hora de hablar del tema.
He ido a muchos funerales por este tipo de tragedias,
y una de las cosas que la verdad no me gusta escuchar es: “Ten Jesús en tu corazón.”,
“El cielo es el lugar donde no hay sufrimiento.”, etc Por qué no me gusta
escuchar esto? Porque he conocido gente que tenia a Jesús en su corazón, e
igual decidieron dejar este mundo. He visto gente que sufría, y ya que en el
cielo hay paz, decidieron llegar al cielo mas rápido.
Que mensaje tuve en el funeral con este ultimo
suicidio?
No juzguemos. Nos puede pasar a todos.
Fuimos creados con ojos, con bocas, con oídos para
usarlos con nuestra comunidad, no para estar en nuestros teléfonos. No
esperemos otra tragedia para ser mejores padres o una mejor comunidad.
Y, es momento de tomar acción.
Se me ha hecho muy difícil en estas últimas dos
semanas seguir mi propio mensaje, porque yo se que lo mejor es enfocarse en
amor y no en miedo. Pero tengo que serles honesta a todos ustedes: Me estuve
enfocando en miedo, en el miedo que esto vuelva a pasar. Así que espero que
este blog me ayude a cerrar este capítulo y que igual me enfocaré en este tema
pero desde un punto de amor.
Porque amo a mi hijo, a mi familia, a mi comunidad, a
mi país, al mundo y más importante a mí misma, continuaré hablando del tema y
continuaré modelando una vida de no juzgamientos.
Nos llegan señales diarias de cómo vivir una vida de
amor y comunidad, pero escogemos no prestar atención hasta que algo nos pasa a
nosotros o a alguien cercano. Estos chicos que murieron tenían un mensaje para
nosotros: no dejemos que sus muertes no signifiquen nada.
No podemos hacer esto solos, nos necesitamos los unos
a los otros para ser mejores nosotros y mejorar el mundo.
Yo